Quiero mostrarte, ¡oh mundo! Cuán fabuloso te ves
ante mis ojos. Mis letras hablarán por mí, yo solo seré su instrumento.
Deseo enseñarte el miedo que me das, la fascinación también. Como una
serpiente de colores hermosos, no te puedo dejar de ver.
Puedo sentir en
el aire tus ganas de morderme, tus ansias de acabar conmigo. Todo este
juego me aterra pero de alguna extraña forma a la vez me atrae.
Muéstrame a donde me puedes llevar con tu veneno, acércame a la muerte
para después volver más viva que nunca.
Eres atrapante, intoxicante. Me
mareas y me sofocas, no deseo más de tu toxina que me contamina. Ya no
puedo parar, imposible volver atrás, sería como intentar no nacer.
No
voy a detenerme, quiero tener todo de ti, a pesar de las consecuencias.
Te haré mío, mi querido mundo, hasta que alguno de los dos no pueda más.
Úsame, gástame, mátame. No quiero piedad. Y cuando caiga, recuerda que
no me fui sin luchar, no me acabó tu veneno sino mis ganas de probarlo.
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