sábado, 11 de abril de 2015

Obvio

Hoy, al verme en el espejo, me cuestioné si era bonita. Deseé preguntarte y al minuto imaginé tu reacción. Rodarías los ojos como diciendo "¿Por qué haces preguntas tan obvias?", sería la misma expresión que harías si te preguntara "¿en verdad me amas?". Una pregunta tonta con una respuesta sencilla, pero para mí no es sencillo ni evidente.

Un día, hace mucho tiempo, quise entender qué era esto que sentía. Al día siguiente comencé a buscar mis síntomas en internet, "¡cuánta idiotez se consigue en la red!" Me dije cuando encontré la respuesta. Me negué a creer que era eso. No pude sacar esa palabra de mi mente, siempre la asocié con gente cortándose. Me alivié recordándome que yo no conocía esos extremos.

Llegó un punto en el que no pude escapar a esa bendita palabra, ese día me "auto-diagnostiqué" depresión. Mi determinación duró poco y la razón me reprochó mi falso papel de psicóloga. Quise ir con uno de verdad y hablarle de mis sentimientos. En mi mente había un escenario que me asustaba: La persona, sin rostro, se burlaba de mis pensamientos infantiles y yo, avergonzada, salía para no hacerle perder el tiempo. La alternativa no era mejor, todo lo contrario, me daba pánico imaginarla. Nuevamente una persona sin rostro, esta vez sin risas, y dos simples palabra: "es depresión". Decidí no visitar a nadie. Hacía mucho esfuerzo ocultando todo eso que me agobiaba, ¿cómo ocultaría una visita al psicólogo y la verdad detrás de ella? Era mejor callar.

Siguieron muchos días de sube y baja; así como podía estar 100% convencida de mi autodiagnosticada depresión, también podía estarlo de tener todo bajo control y sentirme perfectamente bien. Creí estar loca. No hay palabras que describan satisfactoriamente lo mal que me sentía en mi propia piel, nada de lo que era me parecía correcto.

Es lindo hablar en pasado y fingir que ya todo pasó. No ha terminado. Todavía hay días (menos que antes) en los que no me parezco suficiente, días en los que me pregunto si debí ir con un especialista (¿hubiese cambiado algo con esto?) y, sobre todo, hay días en los que la palabra depresión me acosa. No quiero que veas esto como algo terrible, es normal, a pesar de todo, no soy la única que se siente así. Hoy no estoy triste, hoy verte fue razón suficiente para sentirme feliz. Sólo no te agobies si mañana no lo es. Por los momentos quería explicarte mis preguntas y recordarte que para mi no es tan obvio.

PD: ¿Soy bonita?

No hay comentarios:

Publicar un comentario