sábado, 3 de mayo de 2014

Cómo ser un gobernante promedio y no fracasar en el intento


Bienvenido, acaba de ser elegido (digamos que lo eligieron) como el gobernante de este país/estado/ciudad/localidad. Con su encanto y grandes propuestas de cambio ha logrado ganarse a muchas personas, bueno, digamos que por lo menos las personas suficientes vieron que quizás entre todos usted no está TAN MAL, nada puede ser peor que el patán y ladrón anterior ¿verdad? Oh, disculpe, no sabía que se trataba de su tío, definitivamente fue una gran contribución para el mundo.

Para empezar vamos a dejar claro una cosa, esas personas que ahora se encuentran bajo su dominio dependen de usted. Necesitan una mano firme y autoritaria que les demuestre lo que está bien y está mal. Lo sé, puede ser algo intimidante, ¡pero tranquilo! Al final todos son como un montón de muñecos, y usted es el niño que decide si van a jugar al té. Igual siempre es importante recordar que también depende un poco de ellos, su cargo no es posible sin esas personas necesitándolo. No deje jamás que esa parte se le suba a la cabeza, ellos te necesitan más; tampoco permita que se den cuenta lo frágil de su posición, una pequeña revuelta y puede ir despidiéndose del poder. 

Ahora comencemos a organizar un poco esto; su muy honorable tío hizo un gran trabajo, pero quizás se pueda perfeccionar. Las clases sociales deben estar bien diferenciadas, “sometidos a una estricta jerarquía, y sin que jamás pudieran codearse un instante los ejemplares de diferentes condiciones”. A menos que sea necesario, claro, toda familia de alta alcurnia necesita alguien de escasos recursos que le mantenga el hogar. Mire eso, ¡qué horror! Esa chica no se ve de la clase suficiente para ese chico, ¿por qué no instaurar una ley para que no puedan estar juntos? 

Llegamos a un punto muy importante, las leyes. No puede dejar que nadie pase por encima de tu estatus, para eso están las leyes y normas. Tiene que dejarlo muy claro para todos, por el medio que sea. Terminarán acostumbrándose a no hacer nada más allá de lo que le permitas. Enseña “el principio de autoridad y el respeto supersticioso al orden y las costumbres establecidas”. Que tengan miedo a las repercusiones de sus acciones.

Cuando decía que esto de gobernar no es tan difícil, no mentía. ¡Vas muy bien! ¿Te puedo tutear verdad? Ya estamos en confianza.

Ya tienes el orden de tu gobierno casi listo, ahora vamos a echar un vistazo más profundo a quienes están bajo tu manto. Los abogados te van a ser de mucha utilidad, la mayoría sabe mentir casi tanto como tú, perdón, quise decir que saben dar distintas interpretaciones a la verdad. Y además serán los que te ayuden a crear normas que se adapten a tus necesidades. Si te das cuenta, donde hay un abogado hay un bandido; tranquilo que no son tan malos como parecen, por lo menos contigo no mientras siempre les muestres que estás a su orden.

Recuerda también rodearte de militares y fuerzas de la ley, ningún gobierno prospera sin estas de su lado. Cuando el control que llevas empiece a irse de las manos, ellos serán los encargados de imponer el orden, quieran o no. La violencia es justa y necesaria de vez en cuando. Por la parte de proteger a tus pequeños muñecos no seas muy exigente, puedes cansar a tu ejercito para lo que en verdad serán necesarios, darte largas horas de paz.

Por otro lado a los profesores y sabios no les prestes mucha atención, tendrán mucho en la cabeza pero ¿de qué les sirvió? Mírate a ti y míralos, no hay comparación. Ten unos cuantos para que ocupen al pueblo durante la mayor parte de su vida, pero no les des muchas comodidades ni poder; la gente entonces puede pensar que eso de ser inteligente te lleva a algún lugar y no queremos un montón de sabelotodos rondando por ahí. Son una amenaza y pueden buscar reemplazarte a ti que, quizás, inteligente como ellos, no eres. No lo tomes como un insulto, tu tipo de inteligencia es más provechosa para el mundo real.

Esos doctores… Son un mal necesario, no queremos gente muriendo por ahí y hasta a ti puede darte algo. A ellos se les puede dejar un poco más de comodidad pero tampoco tanta, que hagan su trabajo y tengan que sufrir mucho por ello. Eso de salvar vidas debe ser satisfacción suficiente, no dejes que se pongan exigentes. Además, ya lo que necesitan para ejercer gasta demasiado presupuesto de tu bolsillo. Eso de repartir muletas para salir en prensa es costoso, hay que pensar cómo disminuir un poco esa parte.

Tu tío tenía una política de cero mujeres en el poder, siempre fue muy eficiente. Una cara bonita siempre alegra el día, incluso una muñeca de trapo cualquiera es buena para satisfacer ciertas necesidades; pero es preferible que se queden en casa a hacer lo que deben hacer. 

La religión no hay que dejarla de lado, todos deben tener algo en lo que creer. Además que sirve muy bien en eso de mantener el orden. Eso sí, si sirven al señor, que lo hagan de gratis. O por lo menos de tu bolsillo no saldrá nada para ellos. Ya pueden encontrar otras formas de buscar dinero, un gobierno no debe estar tan inmiscuido en asuntos de iglesia ¿no?.

Ya está, haces un excelente trabajo como gobernante promedio, te dije que no era tan difícil. Felicidades, es hora de disfrutar de los beneficios. El resto puede vivir sin tu ayuda. Cuando te necesiten siempre habrá alguien que haga tu trabajo, para algo eres el mandamás. Suficiente te costó llegar hasta el lugar donde estás para que además te exijan que te esfuerces más. Esto será pan comido, ya verás.

Inspirado en "La tienda de muñecos" de Julio Garmendia

No hay comentarios:

Publicar un comentario