jueves, 11 de abril de 2013

Una juventud condenada

Escrito el 8 de abril de 2013


Condenar: (Del lat. condemnāre). tr. Dicho de un juez: Pronunciar sentencia, imponiendo al reo la pena correspondiente o dictando en juicio civil, o en otras jurisdicciones, fallo que no se limite a absolver de la demanda.


Condenados, sin ser reos, por personas que no son jueces.

El día de hoy, en otra de mis odiseas por volver a casa, me conseguí con el típico camionetero que preferiría cualquier cosa a seguir con ese trabajo. No lo culpo, prácticamente a nadie le gusta su trabajo. Pero cuando eres un joven estudiante, que usa tarjeta inteligente para pagar, este ser puede convertirse en un problema. Hasta el año pasado comencé a usar este servicio de pago y no se puede negar que significa un gran alivio para el bolsillo, de 20 bs diarios a 10 bs trimestralmente hay una GRAN diferencia. 

Le entregué la tarjeta, con mi carnet en la otra mano preparada para posibles cuestionamientos de mi identidad, y esperé. El señor, me miró con mala cara y con desagradablemente me dijo: "Pasa, esta vez te llevo de gratis." Me senté con mi rostro muy tranquilo y vi como actuó de igual forma con otros chicos. Por mi mente pasaban desde insultos hasta frases que, según yo, le pondrían a pensar en como su comportamiento fue inadecuado. Me imaginé claramente una escena en la que le daba su dinero diciéndole: "Todos estamos tan jodidos como usted, yo podría ser su hija que solo desea volver a casa". La gente prorrumpiría en aplausos, el conductor se quedaría anonadado y susurraría una disculpa. Muy conmovedor todo.

Claramente todo eso no salió de mi mente; los 10 bs se quedaron en mi cartera y las palabras, en mi boca. Nada de aplausos y ninguna mente conmovida por las "palabras sabias" de una chiquilla. Al minuto de bajarme de la camioneta me reprendí por no hacer nada pero ya el momento había pasado. Pude ser parte de un cambio o quizás no, ya nunca lo sabré. Pude remover la conciencia de los presentes, alzar la voz y decir lo que pienso. No lo hice. Preferí callar alegando que no podría hacer ninguna diferencia lo que diga o deje de decir. Preferí no intentar, aunque fuera en vano.


Juventud: (Del lat. iuventus, -ūtis). f. Edad que se sitúa entre la infancia y la edad adulta.


La juventud está condenada, probablemente se condenó a si misma.

El señor asumió que todos los que nos montamos en su camioneta hicimos un complot para, de alguna forma, dañar su máquina y luego todos pasar gratis. Todo el viaje se la pasó enfurruñado balbuceando que se había dañado por nosotros, que repararla costaba 500 bs, que no le pagamos, bla bla bla. Y este es solo otro de los hechos en una larga lista llena de repudio hacia los estudiantes y sus tarjetas. 

Esta repulsión quizás fue motivada por cierto grupo de jóvenes que mal usaron este servicio. Realmente no se como puesto que para sacarse el pasaje estudiantil hay que pasar por un largo proceso, comparable con el de sacarse la cédula o el pasaporte. Primero hay verificar que nosotros somos realmente quien decimos ser; después, que estudiamos donde decimos estudiar y por último sellar con nuestra huella todo este "pacto" con nuestra huella. Y por si todo esto fuera poco, cada tanto, al quedar sin saldo la tarjeta, se vuelve a comprobar todo lo anterior.

Los adultos nos ven como esos chiquillos revoltosos que no terminan de madurar, unos "niños aún". Esa gente que le debe dar respeto a los mayores pero a la cual no necesariamente deben dar respeto como a un igual. ¿Hay una gran cantidad de chicos que cumplen con este criterio? Quizás. ¿Esa cantidad crece de forma alarmante día a día? También. Pero aquel que diga que no hay un puñado de chicos que salimos a progresar, a dejar nuestra huella positiva en este mundo, ¡que equivocado está! 

No juzgues a un árbol por una de sus hojas ya caídas.

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